Bitácora: ¿A qué sabe...?

Sabe a un abrupto en indescifrable despertar… en otro espacio, en otro tiempo, en otro cuerpo.

Sabe a la importancia de partir sin aun comprender que las huellas son solo rescoldos del cuerpo en ráfagas de viento.

Sabe a la multiplicidad de tiempos cargados de nostalgias que construyen y deconstruyen un espacio incierto.

Sabe a una maleta atestada de decisión e indecisión, hecha y deshecha veinticuatro horas antes de la partida.

Sabe a un abrazo agridulce de recuerdos que se desean eternos, insaciables y tangibles.

Sabe a un trayecto trasegado de experiencias que nunca terminan, sin una raíz, sin líneas, sin distinciones.

Sabe a la pregunta ¿A dónde? ¿Cuándo? ¿Hasta cuándo? … hoy, mañana, jamás, siempre.

 

Sabe, te sabe, nos sabe, me sabe…

Me sabe a infinito, a diversos caminos que a través de lxs otrxs he sentido que todo y nada esta dicho, que el sabor de la partida y el sabor de la llegada no solo se trata de arrojar_se(r) a los azares que el universo tiene destinado…

Entre el ir y el venir, entre el aquí y el allá, entre ausencias y presencias, entre el ser y el estar, entre un lugar y otro, entre una y tantas cosas que nos habitan y habitamos.