Publicación artística: El lugar de partida, el lugar de llegada

Los espacios, los lugares, los caminos son tránsitos mutables. Las raíces, diferentes, complejas, intricadas, a menudo desbordantes. Los cuerpos, en constante movimiento; mezclados, cruzados, trenzados son habitados, en ya lo habitado, por otros cuerpos, por muchos cuerpos, en muchos espacios y tiempos anidados.

 

Nada detiene el cambio. La existencia es un compendio de hibridaciones en las que convergen hombres y mujeres que se hacen espacio. A su vez, el espacio, los continentes, países y ciudades se hacen cuerpos para la transformación, el movimiento, los devenires y los cambios.

 

Se parte de un lugar para llegar a otro; por instinto, por voluntad, por fuerza, por experiencia. La frontera solo es un pequeño punto de partida para múltiples encuentros. Se atraviesan diferentes climas, topografías, cordilleras, mesetas, altiplanos, montañas, regiones, pueblos y ciudades. Se arriban colores, pieles, sonidos, letras, pensamientos, figuras, aromas y sabores. Se crean alianzas entre lo que se lleva y lo que se recibe, enlaces culturales, móviles y versátiles.

 

Van, vienen, se encuentran, se alejan, algo de ello queda, es inevitable.

 

Esto es “El lugar de partida, el lugar de llegada”, una pregunta por lo que se lleva, se queda y se mezcla, por el sabor de cada uno de los espacios habitados, por el sentir que emerge de cada camino, de cada trayecto. Es un encuentro rizomático con múltiples raíces enmarañadas. Es un híbrido entre cuerpos, espacios y tiempos superpuestos que producen sensaciones de nostalgia y de pérdida. Son evocaciones inalienables por los lugares que no se van a habitar nuevamente o por aquellos que se abandonan momentáneamente.